Antonio
Pozo IndiaNO
El origen del brócoli parece que es
mediterráneo. Seguramente es el resultado de un cuidadoso cruce natural de
plantas de la familia de las Brassica, realizado
en el norte de Italia en torno al siglo VI adC.
Sabemos que desde la época del
Imperio Romano el brócoli ha sido considerado un alimento de valor único entre
los italianos. Se introdujo por primera vez en los Estados Unidos por los
inmigrantes del sur de Italia, pero no llegó a ser muy popular hasta la década
de 1920.
Sus cualidades gastronómicas y los
estudios que prueban sus beneficios para la salud lo han convertido en uno de
los grandes emblemas de la alimentación sana moderna.
El brócoli es una hortaliza con un gran valor nutritivo, pues aporta al organismo vitaminas (vitamina C, B1, B2, B3 y B6, pero
sobre todo una gran cantidad de provitamina A, principalmente en forma de
beta-carotenos), y minerales como el calcio, el potasio, el selenio, el fósforo, el
magnesio y el hierro.
El origen
del brócoli reside en el mediterráneo y se
cree que es una hortaliza que surge de la mezcla de muchas otras y que empezó a
popularizarse en el norte de Italia, llegando al resto de países, gracias a sus
innumerables propiedades
y beneficios nutricionales.
FUENTE
DE HIERRO CONTRA LA ANEMIA
Asimismo, su alto
contenido en hierro, en clorofila y ácido fólico, hacen del brécol un alimento
muy recomendable para personas con anemia ferropénica, por déficit de hierro.
EN
LA MENOPAUSIA
También durante la
menopausia es aconsejable su consumo pues contiene fitoestrógenos, con acción
antiestrogénica similar a la de la soja, que permite paliar los síntomas de la
menopausia.
DEPURA
EL ORGANISMO
El hígado resulta
asimismo beneficiado de las propiedades de esta verdura. El brécol ejerce
una acción hepática compleja y se ha utilizado como
estimulante de la llamada "depuración" interna del organismo. Un
papel importante de esta depuración se realiza a través del hígado, verdadero
receptor de todos los productos del metabolismo corporal.
El brécol, capaz de
estimular el trabajo hepático, puede interferir en algunos medicamentos,
reduciendo su efectividad. Además está contraindicado en personas que padecen
hipotiroidismo.
Crestomatía del Conde Yndiano de Ballabriga