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Conde Indiano

viernes, 19 de enero de 2024


 Un Hombre Justo

𝐁𝐞𝐚𝐭𝐨 𝐌𝐚𝐫𝐜𝐞𝐥𝐨 𝐒𝐩𝐢𝐧𝐨𝐥𝐚 𝐌𝐚𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞, 𝐜𝐚𝐫𝐝𝐞𝐧𝐚𝐥 𝐚𝐫𝐳𝐨𝐛𝐢𝐬𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐞𝐯𝐢𝐥𝐥𝐚.

Marcelo Spínola Maestre nació en San Fernando (Cádiz, España) el día 14 de enero de 1835 siendo sus padres los Marqueses de Espínola.
El día 29 de junio del año 1856 se licenció en Derecho por la Universidad Hispalense y fue entonces cuando estableció su bufete en la ciudad de Huelva entrando en contacto con los problemas de los onubenses; venía muy asiduamente a mi ciudad, con el fin de asesorar gratuitamente a los obreros por lo que era llamado el “𝐚𝐛𝐨𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐛𝐫𝐞𝐬” y aquí, en mi ciudad, se hizo gran devoto de la Hermandad del Nazareno de la Semana Santa Onubense. Posteriormente trasladó su despacho a Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz, pues su padre, el Marqués de Spínola, fue destinado allí como comandante de Marina.
En el año 1858 entró en el seminario de Sevilla ordenándose de sacerdote el día 21 de mayo del año 1864, cantando su primera misa en la iglesia sevillana de San Felipe Neri catorce días más tarde, pues esperó hasta el día en el que la Iglesia conmemoraba la festividad del Sagrado Corazón de Jesús. Quería ser un sacerdote de cuerpo entero; su primer amor, Jesucristo y seguidamente, la Iglesia y sus feligreses.
Fue nombrado capellán de la iglesia de la Merced de Sanlúcar de Barrameda y capellán de la “𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐒𝐚𝐧 𝐏𝐞𝐝𝐫𝐨 𝐲 𝐏𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐏𝐨𝐛𝐫𝐞𝐬”, institución que se dedicaba a obras de beneficencia y que tenía su sede en la parroquia sanluqueña de Nuestra Señora de la O.
Posteriormente, el 17 de marzo de 1871, el cardenal Lastra lo nombró párroco de San Lorenzo, en Sevilla donde estuvo hasta el 28 de mayo de 1879 y donde se integró en las dos hermandades de la Semana Santa sevillana erigidas en aquella parroquia: las hermandades del Gran Poder y la de Nuestra Señora de la Soledad.
En el mes de octubre del año 1874 se acercó a su confesionario una mujer joven vestida de luto que buscaba orientación espiritual. Había quedado viuda hacia dos meses y medio y se llamaba Celia Méndez. Entre el párroco y Celia se produjo un intenso intercambio espiritual pues ella quería entregar generosamente todos sus esfuerzos a Dios; esto cuajaría un año más tarde siendo cofundadora con él de una Congregación Religiosa de la que trataremos más adelante.
El arzobispo don Joaquín Lluch lo designó canónigo de la Santa Iglesia Catedral Hispalense ese mismo año aunque él siguió ejerciendo su labor pastoral en la parroquia sevillana de San Lorenzo.
El 6 de febrero de 1881 el Papa León XIII lo nombró obispo auxiliar de Sevilla y tres años más tarde, el 10 de noviembre de 1884, obispo de Coria-Cáceres, de cuya sede se hizo cargo el día 7 de marzo de 1885. Tomó el lema de “𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐥𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐄́𝐥”. Allí, junto con la Marquesa de la Puebla de Obando (Celia Méndez), fundó la “𝐂𝐨𝐧𝐠𝐫𝐞𝐠𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐄𝐬𝐜𝐥𝐚𝐯𝐚𝐬 𝐂𝐨𝐧𝐜𝐞𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐯𝐢𝐧𝐨 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐉𝐞𝐬𝐮́𝐬” el día 26 de julio de 1885. El espíritu que ambos imprimieron en su obra fue el de la oración y contemplación del Corazón de Cristo y la labor apostólica a través de la educación cristiana. Sus religiosas deberían ser como Maria: la primera esclava del Señor.
Durante veintitrés años, Celia Méndez guiada por don Marcelo estuvo al frente de la nueva Congregación. En la diócesis de Coria-Cáceres estuvo hasta el 5 de agosto del año 1886.
El 16 de septiembre de ese mismo año, por decisión de la Santa Sede, se hizo cargo de la diócesis de Málaga. Al llegar, inmediatamente se dio cuenta de que la provincia vivía prácticamente en el subdesarrollo por culpa del agotamiento de las minas, escasa actividad en el puerto de la capital y las plagas en los viñedos. Se dedicó a ayudar a quienes estaban sufriendo las consecuencias de esta situación económica y a cuestionar el trabajo esclavizante de los obreros en cuanto a horarios y condiciones de salubridad en los centros de trabajo. Decía con amargura que “𝐥𝐚 𝐈𝐠𝐥𝐞𝐬𝐢𝐚 𝐡𝐚𝐛𝐢́𝐚 𝐚𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐚́𝐬 𝐩𝐨𝐛𝐫𝐞𝐬 𝐲 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐬𝐢𝐭𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐡𝐚𝐛𝐢́𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐞𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚𝐫𝐥𝐚 𝐮𝐫𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞”. Con estas posiciones se estaba adelantando a lo que con posterioridad se difundiría y defendería en la encíclica “𝐑𝐞𝐫𝐮𝐦 𝐧𝐨𝐯𝐚𝐫𝐮𝐦” de León XIII.
Abrió un comedor gratuito, un hogar para los que no tenían donde dormir, escuelas nocturnas donde estudiar, consiguió que los salesianos se establecieran en la ciudad…, en fin, numerosas obras sociales que le hizo estar siempre muy pegado a las necesidades de quienes estaban bajo su cuidado espiritual. Fue nombrado senador del Reino como delegado de la provincia eclesiástica de Granada, destacando por su defensa de la enseñanza católica.
Nueve años más tarde, abandonó Málaga porque fue nombrado arzobispo de Sevilla, haciéndose cargo de esta archidiócesis desde el 11 de febrero de 1896 al 19 de enero de 1906. En Sevilla, siguió con su misma actividad social a favor de los obreros y de los demás desfavorecidos y siempre, donde estuvo, destacó por su modestia, sencillez, vida austera, humildad, piedad, caballerosidad y cuidado de los pobres, por lo que era conocido como el “𝐚𝐫𝐳𝐨𝐛𝐢𝐬𝐩𝐨 𝐦𝐞𝐧𝐝𝐢𝐠𝐨”. Por humildad, en más de una ocasión se planteó renunciar al episcopado porque se consideraba indigno de dicho ministerio; si no lo hizo fue porque siguió el consejo del cardenal Della Chiesa, que fue el futuro Papa Benedicto XV.
En el año 1889 fundó en Sevilla el periódico “𝐄𝐥 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐧𝐝𝐚𝐥𝐮𝐜𝐢́𝐚” desde el que quería defender la verdad y la justicia y creó una facultad de teología.
En el Consistorio del 11 de diciembre del año 1905, San Pío X lo nombró cardenal de Sevilla, pero no pudo ir a Roma para recibir el capelo cardenalicio, aunque la birreta cardenalicia le fue impuesta por el rey Alfonso XIII el 31 de diciembre de 1905, pues cuando estaba bendiciendo el Santuario de Nuestra Señora de Regla, en Chipiona (Cádiz), cayó enfermo muriendo en Sevilla seis días más tarde: el 19 de enero de 1906.
Está sepultado en la Catedral hispalense en un precioso mausoleo blanco construido en el año 1913. Fue beatificado en Roma por el Papa San Juan Pablo II el día 29 de marzo del año 1987.
La 𝐂𝐨𝐧𝐠𝐫𝐞𝐠𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐄𝐬𝐜𝐥𝐚𝐯𝐚𝐬 𝐂𝐨𝐧𝐜𝐞𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐯𝐢𝐧𝐨 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐉𝐞𝐬𝐮́𝐬 se extendió rápido: en primer lugar en Coria, Málaga y Sevilla, donde él fue obispo; también en Ronda (Málaga), Sanlúcar la Mayor (Cádiz), Aracena, Corte-Concepción y Moguer (Hueva) y muchos otros pueblos andaluces y extremeños. Se abrió una Casa en Madrid y a partir del año 1913 empezaron a extenderse por América Latina: Brasil, Argentina, Ecuador, Paraguay y Venezuela.
En la actualidad la Congregación tiene cinco provincias canónicas estando extendida por los cinco continentes. Se dedican a la enseñanza, desde la infantil hasta la universitaria y a obras culturales y sociales.

Me enviaron este escrito y quiero compartirlo con vosotros.

Antonio PoZo


                               𝐁𝐞𝐚𝐭𝐨 𝐌𝐚𝐫𝐜𝐞𝐥𝐨 𝐒𝐩𝐢𝐧𝐨𝐥𝐚 𝐌𝐚𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞
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