Antonio Pozo Indiano
Cuando nos sentimos irritados
o preocupados , a menudo tenemos que
reprimirnos para no manifestar nuestra agitación de una forma evidente, pero inconscientemente revelamos
nuestro estado a través de algunos sutiles indicios.
Nuestra reacción natural en
caso de ira o de ansiedad consiste en
luchar o en huir ; nuestros cuerpos se preparan para tales alternativas ;
respiramos más aprisa , empezamos a sudar
y nuestro pulso se acelera . Pero son muchas las ocasiones en las que sabemos que no nos es posible ni luchar ni huir , por lo que revelamos nuestros sentimientos de agitación con maneras más aceptables socialmente. Por ejemplo , si en un bar alguien vierte una copa sobre nosotros , es posible que
instintivamente nos sintamos irritados ,
pero comprendemos que no lo ha hecho
deliberadamente y que no podemos
manifestar nuestros auténticos sentimientos
en un lugar público . Por consiguiente , en vez de apostrofar a esa
persona o de cogerla por de un brazo
agitándola, nos limitamos cortésmente
a decir que no tiene importancia . Pero es posible que hayamos enrojecido y que enjuaguemos nuestra ropa
con movimientos , signo que revela nuestra agitación . Algo semejante
ocurre si nos da miedo el avión . Pero
sabemos que no nos queda más remedio que
subir si queremos llegar a nuestro
destino . Los viajeros preocupados no
huyen , se limitan a comprobar una y
otra vez que llevan su equipaje y su pasaje
o se sientan a tamborilear con los dedos.
El hábito de las situaciones
de tensión no le protegerá
necesariamente evitando que se
sienta agitado , pero es posible
ejercitarse hasta lograr un determinado
grado de control . Un político experimentado
parecerá tranquilo cuando los periodistas le formulen las preguntas más
difíciles o críticas porque sabe que sus
electores confiarán más en él
si revela dueño de la situación .¿ Pestañea a menudo y rápidamente o alza sus hombros entre pregunta y
pregunta?. Estos son indicios sutiles de
agitación interna.
Crestomatía Antonio Pozo
Indiano
Mi Abuelo siempre decía :
Es una fruta rica en vitamina A, compuesto muy importante en el mantenimiento y formación de los dientes, los tejidos óseos blandos y la piel, sin contar con que genera los pigmentos que producen el buen funcionamiento de la retina.
Otras vitaminas que se destacan como contenido del melón son por ejemplo, la vitamina C y E, la primera tiene acción antioxidante en el organismo, se encarga de prevenir la aparición de cáncer, enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Por su parte la vitamina E permite la formación de colágeno en la piel y la células rojas en la sangre.
Entre otros beneficios del melón está la estimulación el sistema inmunológico, la reducción de los efectos nocivos del colesterol, la prevención de enfermedades del corazón y la disminución de las úlceras estomacales.
Dentro de las propiedades del melón también se habla de los niveles de potasio, magnesio y calcio que pueden aumentar cuando se consume a diario, incluso esta fruta permite la absorción del hierro de alimentos, acción que ayuda a combatir infecciones. No obstante, en la medicina alternativa el melón se utiliza como laxante y diurético natural.
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