Antonio Pozo Indiano
Hospitales
de Montreal, Toronto y Ottawa han sido los centros canadienses donde el
infectólogo del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, Juan Macías Sánchez, ha acudido invitado para hablar sobre la enfermedad
hepática grasa no alcohólica (NAFLD) en pacientes infectados por VIH. Su
experiencia nació hace casi más de una década con el estudio de biopsias de
hígado en hepatitis C y VIH para tratar de comprender los mecanismos del hígado
graso y su relación con fenómenos relacionados con la inflamación del hígado y
la esteatohepatitis no alcohólica.
Según
Macías, “en ese análisis vimos que teníamos una frecuencia muy alta de hígado
graso en determinada población con VIH y luego teníamos una frecuencia alta de
esteatohepatitis que, además, condicionaba la aparición de la fibrosis
hepática”, explica Macías. En 2011 pudieron aprovechar una tecnología, el
fibroscan, que permite la cuantificación de la rigidez hepática y con ello de
la fibrosis, para hacer ese diagnóstico sin necesitar biopsiar.
Así,
comprobaron que hasta un 40% de la población con VIH tenía hígado graso y, lo
más interesante, que los factores que se asociaban al hígado graso eran los
mismos que en la población general. Según explica el investigador, “no hay
ningún factor relacionado con el VIH que incrementara el riesgo de hígado
graso”. En estudios posteriores confirmaron eso y además pudieron estudiar qué
tratamientos aumentaban o disminuían el riesgo de hígado graso en pacientes con
VIH. “Hicimos un ensayo clínico en que abordamos este efecto en un tratamiento
concreto y lo sustituíamos por otro. Eso ayudó a que muchos pacientes cambiaran
de tratamiento y disminuyeran su hígado graso o el riesgo de tenerlo”, aclara.
A
la hora de analizar qué importancia tiene esto para el futuro, el experto
subraya que el factor que se relaciona de modo más intenso con el hígado graso
es la obesidad. La apuesta está en conseguir en reducir el sobrepeso y la
obesidad en estos pacientes.
La
enfermedad del hígado graso no alcohólico es una enfermedad en la que se
acumula grasa en el hígado. La esteatohepatitis no alcohólica es una forma de
NAFLD en la que, además de acumulación de grasa en el hígado, hay inflamación y
lesión de las células hepáticas.
UNA TRAYECTORIA DEDICADA AL VIH
Juan Macías ha centrado las exposiciones en su experiencia
investigadora y asistencial acumulada en el ámbito de la infección por VIH a lo
largo de las dos últimas décadas. En sus disertaciones dirigidas al colectivo
sanitario ha abordado el mejor manejo clínico del hígado graso en infectados
por VIH y, en el ámbito ciudadano, las recomendaciones para evitar factores de
riesgo que repercutan negativamente en el pronóstico y evolución de la enfermedad.
Según las evidencias científicas en el ámbito de VIH, en las cuales tiene
protagonismo este experto, las enfermedades asociadas que influyen en el hígado
graso son las mismas que las de la población en general. O sea, los trastornos
metabólicos, siendo el más importante la obesidad, seguido de la diabetes y las
dislipemias. En este sentido, sobre la ciudadanía con la que se ha reunido, ha
llevado a cabo una labor de concienciación sobre el riesgo que el aumento de
peso supone para el empeoramiento en el hígado graso y sus potenciales
complicaciones.Juan Macías pertenece al Grupo Investigador de Enfermedades
Infecciosas del Hospital Universitario de Valme, que dispone de un notable
prestigio científico a nivel internacional. Durante las dos últimas décadas,
este Grupo ha consolidado su trayectoria, situándose a la cabeza de la
investigación combinada por el VIH y el de la Hepatitis C.
RAMIRO NAVARRO
21 de Mayo 2019
Diario de Sevilla
HEMEROTECA DEL CONDE YNDIANO DE BALLABRIGA
La Botica de
mi Abuelo
El Cardo Mariano:
A
la capacidad hepatoprotectora del cardo mariano cabe
añadir otras propiedades y beneficios, como su efecto antiinflamatorio,
antialergénico, antioxidante, astringente –bloquea las secreciones-, venotónico
–favorece la circulación sanguínea–, hemostático –cohíbe y reduce las
hemorragias-, diurético, hipoglucemiante –provoca la
disminución de la cantidad de glucosa en sangre- y colagogo –provoca la salida
de bilis por la vesícula biliar–.
Tratamiento del hígado
graso o esteatosis hepática, por acumulación de
triglicéridos y ácidos grasos en el hígado.
Tratamiento para
daños hepáticos por consumo excesivo de alcohol, en cirrosisincipientes
o moderadas. Puede normalizar los niveles de bilirrubina de los
pacientes y restaurar los tejidos dañados.
- Favorece
la eliminación de cálculos
biliares y
ayuda a prevenir su formación.
- Prevención
de infecciones respiratorias, en resfriados y episodios gripales.
- Se
le atribuye un ligero efecto hipoglucemiante,
como apoyo natural para disminuir los niveles de azúcar en sangre.
- Ayuda
a aumentar la diuresis y favorece la desinflamación de las vías urinarias
en cistitis y prostatitis.
- Alivio
de trastornos
menopáusicos, como sofocos, sudores nocturnos y migraña, asociado de nuevo con plantas
de efectos afines como el sauzgatillo, la milenrama, el sauce blanco o el
viburno.
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