El labrador y la cigüeña
Un Labrador miraba
Con duelo su sembrado,
Porque gansos y grullas
De su trigo solían hacer pasto.
Armó sin más tardanza
Diestramente sus lazos,
Y cayeron en ellos
«Señor rústico, dijo
Quíteme las prisiones,
Pues no merezco pena de culpados;
La diosa Ceres sabe
Que, lejos de hacer daño,
Limpio de sabandijas,
De culebras y víboras los campos.»
«Nada me satisface,
Respondió el hombre airado:
Te hallé con delincuentes,
Con ellos morirás entre mis manos.»
La inocente Cigüeña
Tuvo el fin desgraciado,
Que pueden prometerse
Los buenos que se juntan con los malos.
Samaniego.
Crestomatía del Conde Indiano de Ballabriga.
19 de Junio 2011.
La inocente Cigüeña
ResponderEliminarTuvo el fin desgraciado,
Que pueden prometerse
Los buenos que se juntan con los malos.
Samaniego.