Antonio Pozo Indiano
Los
fantasmas de las prácticas financieras dudosas vuelven a aparecer y ante el
riesgo de que las entidades repitan comportamientos que en el pasado derivaron
en escándalos como el de las preferentes, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)
ha advertido este martes de que revisará las medidas de las entidades para
garantizar la fiabilidad de la información de inversores y de que sancionará
cualquier tipo de situación que vaya en esta línea.
El supervisor ha detectado en los últimos tiempos un creciente
número de casos en los que la información obtenida por entidades que prestan
servicios de inversión -especialmente en las oficinas bancarias
tradicionales- "sobrevalora
de modo significativo" el nivel de formación de los
clientes y sus conocimientos financieros para, en último término,
venderles productos que pueden resultar inadecuados para sus intereses.
Se trata de derivados e instrumentos complejos que pueden
suponer mayores rentabilidades para el consumidor, pero también más riesgo y
cuya comprensión requiere un nivel de educación financiera más elevado del que
realmente tiene el inversor en cuestión. "En
algunos casos esta incidencia afecta a un alto número de clientes",
explican desde la Comisión.
Ante el aumento de los casos detectados, la CNMV ya ha comenzado
a establecer sanciones para corregir
este tipo de situaciones "y durante 2019 tiene
previsto realizar una actuación específica de revisión en este ámbito que
afectará a un número relevante de entidades".
La Ley
del Mercado de Valores obliga a las entidades que prestan
servicios de inversión a adoptar medidas que garanticen que la información que
obtienen de los clientes minoristas se ajusta a la realidad. Sin embargo, en
las prácticas denunciadas, se había detectado un importante desfase entre esa
información y el perfil real de los consumidores.
"Una inadecuada evaluación de la conveniencia o idoneidad
de las operaciones como consecuencia de deficiencias o errores en la
información obtenida puede implicar la venta o recomendación de productos
inadecuados para los clientes" que, en último término, beneficia a la
entidad.
Este tipo de prácticas fueron
habituales durante los años anteriores a la crisis y ello derivó en casos tan
polémicos como las cláusulas suelo o las preferentes, que muchos califican como
estafa.
En aquel caso, las cajas de ahorro y bancos comercializaron
durante años y de manera irregular participaciones preferentes entre buena
parte de sus clientes sin explicarles con claridad la complejidad de ese
producto que contrataban. Casi un millón de personas resultaron afectadas y el
fraude ascendió a más de 40.000
millones de euros.
Salvando las distancias, la CNMV aclara que la situación
detectada en los últimos meses "no parece grave", pero entiende que
es necesario advertir para evitar situaciones como las del pasado.
MARÍA
HERNÁNDEZ
Madrid 5 FEB. 2019 14:44
DIARIO EL MUNDO
Crestomatía del Conde Yndiano
de Ballabriga
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