Antonio Pozo Indiano
Reservar parte de la jornada
diaria a una actividad no laboral es la opción para desconectar del trabajo,
una tarea que los expertos consideran obligatoria para potenciar la creatividad
y ser más productivo.
Si siente
que está en un lugar en el que no quiere estar y se queda atrapado en ese
punto, tiene un problema. Sin embargo, si identifica aquello que se le da bien
de forma natural y es capaz de poner su talento al servicio de los demás está
en el camino correcto. Tiene la fortuna de disfrutar con lo que hace. Manel
Fernández Jaria, experto en gestión de personas y profesor de la UOC,
reinvindica de esta manera el derecho a disfrutar trabajando. El banco del
tiempo, turnos adaptados a la maternidad y paternidad o cuidados de mayores,
turnos voluntarios o la autogestión del tiempo son algunas de las herramientas
que propone para ello porque... dedicar mucho tiempo al trabajo puede
llegar a ser pernicioso, tanto en el plano laboral como en el personal.
"La
fatiga y el cansancio mental nos lleva a tener un juicio deficiente, pensar con
menos claridad, tener dificultades de autocontrol y problemas de creatividad. Por eso es tan importante cuidar la higiene
mental, incorporando descansos periódicos y fomentando las
distracciones", explica Marta Romo, socia de Be-Up. Esta experta en
neurociencia menciona un reciente estudio británico basado en más de un millón
de trabajadores que reveló que las personas que trabajan más de 55 horas
semanales tienen un 33% más de riesgo de sufrir un infarto que quienes se
limitan a una vida laboral de 35 ó 40 horas a la semana. Esta debería ser una
motivación más que suficiente para hacer examen de conciencia y analizar cuánto
tiempo dedicamos al trabajo y cuánto a nosotros mismos.
Ocio y trabajo
Hay quien
es partidario de separar ambas facetas, mientras que otros defienden la teoría
del estado de fluidez (flow) de Mihály Csíkszentmihály.
Este profesor de psicología en la Universidad
de Claremont lo describió como el hecho de sentirse comprometido con la
actividad por sí misma: "Toda acción, movimiento o pensamiento surgen
inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento, es como si
estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus
facultades al máximo". Sin embargo, no siempre el entorno laboral
acompaña. Ceferí Soler, profesor de Esade, dice que "cuando en la empresa
domina la cultura orientada al poder (poder = autoridad +
burocracia) es muy
difícil entender que el tiempo de trabajo debe conducir a disfrutar del ocio. Para
ello, debemos fomentar una cultura de empresa orientada a personas y a
resultados".
Trabajar más de 55 horas semanales
aumenta en un 33% el riesgo de sufrir un infarto
Alicia
Kaufmann, analytic network coach, cree que es esencial definir el ocio como una
forma de utilizar el tiempo libre y una ocupación libremente elegida que
resulte gratificante. Por eso, asegura que es importante que el profesional
haga el ejercicio de liberar una cantidad de tiempo, una cuestión que, asegura,
depende de la edad, el sector y el género: "La
clave está en cómo hacer para desconectar, ponerte un límite a tí y al otro, de
lo contrario el desgaste es brutal". Como estrategia propone no perder
el tiempo y marcar una meta a la tarea, "saber cortar". Sugiere
"agendar las prioridades, no priorizar la agenda".
Úrsula
Calvo, fundadora de Úrsula Calvo Center y experta en transformación personal,
coincide en que la gestión del tiempo debería depender de las prioridades, y lo
importante es ser honesto. Pero para poder ser honesto es fundamental decidir
las prioridades: "Decida cuánto tiempo sería conveniente dedicar a
actividades de ocio, resérvelo como si fuera un compromiso ineludible".
Añade que "la mejor herramienta que tenemos es nuestra capacidad para
tomar conciencia y poder decidir. Lo primero y más importante es parar el
piloto automático y plantearnos profundamente qué queremos de la vida".
Soler cree que las organizaciones también pueden contribuir a que el ocio enriquezca
el trabajo con culturas orientadas a resultados y personas que, además,
fomenten la participación de los trabajadores para que los diferentes niveles
de mando tengan la posibilidad de escuchar sus opiniones acerca de su trabajo y
los modelos de recompensa, "¿por qué la empresa basa el 80% de sus
recompensas en dinero?", se pregunta.
Conseguir
que el trabajo no invada nuestro tiempo libre depende en buena parte de
nosotros mismos. "El tiempo es el mismo para todos, lo que varían son las
prioridades y eso es lo que debemos analizar con más frecuencia", subraya
Fernández-Jaria. Otra de las opciones es no hacer nada. Romo recuerda que el
neurocientífico y profesor de la Universidad de Nueva York, Andrew Smart,
plantea que no hacer nada literalmente, conduce a un mejor funcionamiento
cerebral: "El cerebro posee una
red llamada red neuronal por defecto (RND) que se vuelve muy activa cuando
estamos ociosos y que permite acceder al inconsciente, a la creatividad y a las
emociones".
Valor añadido
Disponer de
ese tiempo le permitirá explorar otras actividades que le enriquecerán como
persona y profesional. Andrés Fontenla, socio director de Recarte &
Fontenla executive search, explica que en los procesos de selección que llevan
a cabo, los intereses o aficiones del candidato fuera del ámbito laboral son un
valor añadido, no definitivo en la decisión final pero que permite conocer
mejor al aspirante y saber si puede encajar en la cultura corporativa de la
empresa cliente: "Si es capitán en un equipo de
rugby o corre el solitario, da pistas sobre su capacidad de liderazgo o para
asumir retos".
Propuestas para sacar jugo a sus recursos
Practicar el 'jobcrafting'
es lo que propone Belén Varela para convertir el trabajo que tiene en el
trabajo que desea. En el libro 'Jobcrafting' (Ed. Empresa Activa), esta
investigadora apuesta por esta metodología que permite, de forma artesanal
('craft'), adaptar su trabajo ('job') a usted. "Lo importante es completar
nuestro trabajo con otros tipo de activades que enriquezcan la función",
asegura. La receta que plantea para que un profesional saque jugo a sus
recursos es analizar qué hace, el significado de su trabajo y a quién impacta.
A partir de ahí propone identificar las relaciones, laborales y personales, que
pueden influir en el bienestar. Explica que el trabajo puede ser la mera
ejecución de una actividad física o mental o una vía de realización personal:
"La diferencia no reside tanto en las labores que desarrollamos como en la
percepción que tenemos de nuestro rol profesional". Varela está convencida
de que un correcto balance entre las demandas del puesto de trabajo y los
recursos personales es fundamental para el bienestar laboral. Identificar la
tarea y los recursos que consume son los pilares para dibujar un mapa en el que
es clave conocer el nivel de vitalidad a lo largo de la jornada, para poder
sacar el máximo partido a ese recurso.
El ocio, asignatura obligatoria
Que el sedentarismo puede
llegar a ser el peor enemigo del conocimiento tiene una explicación científica.
Marta Romo, socia de Be-Up, apunta que "la mayor parte de los trabajadores
del conocimiento están estáticos bastantes horas, lo que implica menor liberación
de dopaminas y menos conectividad en la corteza prefrontal, que es donde están
las funciones ejecutivas, esenciales en este tipo de trabajo y en el proceso de
aprendizaje, y bajan los niveles de oxigenación del cerebro y desciende la
concentración". Hace referencia a investigaciones que relacionan la
actividad física con cambios en distintas áreas del cerebro: "Algunas
muestran alteraciones en el hipocampo (encargado de la memoria y procesos
emocionales), y otros en la corteza prefontral (incidiendo en la función
ejecutiva); mientras que investigaciones realizadas en laboratorio indican que
el ejercicio físico aeróbico mejora la BDNF (factor neurotrófico derivado del
cerebro), proteína encargada del crecimiento de nuevas neuronas y de la
producción de sinapsis entre las mismas, habiendo sido reconocida su
importancia especialmente en la memoria a largo plazo. Desde este punto de
vista, disponer de tiempo para el ocio y para practicar deporte debería ser
obligatorio".
MADRID
19 FEB. 2019 - 16:46
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Crestomatía del Conde
Yndiano de Ballabriga
Mi Abuelo siempre nos
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